¿EN QUÉ CASOS SE EMPLEA?
Aunque la DBT fue creada para tratar el TLP, se ha demostrado su eficacia en una amplia variedad de trastornos, incluyendo:
- Trastorno límite de la personalidad (TLP): La DBT ayuda a reducir la impulsividad, la inestabilidad emocional y los comportamientos autodestructivos.
- Depresión y ansiedad: Se utiliza para mejorar la regulación emocional y reducir pensamientos negativos recurrentes.
- Trastornos de la alimentación: Ayuda a controlar la ingesta compulsiva y la bulimia al enseñar estrategias de autocontrol.
- Abuso de sustancias: Facilita el manejo de impulsos y la toma de decisiones saludables.
- Estrés postraumático (TEPT): Mejora la tolerancia al malestar y la gestión emocional en personas con traumas previos.
- Conductas autolesivas y suicidas: Su estructura terapéutica reduce los intentos suicidas y fomenta estrategias saludables de afrontamiento.
¿CÓMO FUNCIONA?
La DBT se basa en la idea de que los problemas emocionales surgen de la interacción entre la biología y el entorno del individuo. Su metodología combina la aceptación de la realidad con el cambio activo, enseñando a los pacientes habilidades específicas para gestionar sus emociones y mejorar sus relaciones interpersonales. Se lleva a cabo mediante una combinación de sesiones individuales, terapia grupal y entrenamiento en habilidades.
PRINCIPALES PASOS Y TÉCNICA
La DBT se estructura en cuatro módulos principales:
- Atención plena (mindfulness): Enseña a los pacientes a centrarse en el presente, observar sus pensamientos sin juzgarlos y mejorar la conciencia de sus emociones.
- Tolerancia al malestar: Ayuda a desarrollar estrategias para afrontar situaciones difíciles sin recurrir a conductas autodestructivas.
- Regulación emocional: Proporciona herramientas para identificar, comprender y modificar emociones intensas de manera saludable.
- Eficacia interpersonal: Mejora la comunicación asertiva, el establecimiento de límites y la gestión de conflictos en las relaciones.
BENEFICIOS
Los beneficios de la DBT son significativos y respaldados por estudios clínicos. Algunos de los principales incluyen:
- Reducción de conductas autodestructivas: Disminuye los intentos de suicidio y la autolesión en personas con TLP.
- Mejora en la regulación emocional: Aumenta la capacidad de manejar emociones intensas sin recurrir a reacciones impulsivas.
- Fortalecimiento de las relaciones interpersonales: Enseña habilidades de comunicación y resolución de conflictos, mejorando las relaciones personales y laborales.
- Mayor conciencia y aceptación de la realidad: La atención plena permite que las personas vivan el momento presente con mayor serenidad.
- Reducción de la ansiedad y la depresión: Al fomentar el equilibrio entre aceptación y cambio, se reducen los síntomas de ansiedad y depresión.
- Mayor tolerancia al estrés: Las estrategias de afrontamiento ayudan a lidiar con crisis sin recurrir a conductas destructivas.