MANIFESTACIONES EN LA VIDA DIARIA

En adultos, la dificultad para regular los impulsos puede reflejarse en diversas áreas:

• Juego compulsivo: El deseo incontrolable de participar en juegos de azar puede derivar en adicción, generando problemas económicos y emocionales.
• Uso excesivo de pantallas: El tiempo desmedido frente a dispositivos electrónicos y redes sociales puede perjudicar la productividad, las relaciones personales, fomentando el aislamiento y estrés.
• Compras impulsivas: La necesidad de obtener una gratificación inmediata a través de compras puede ocasionar deudas y sentimientos de culpa o ansiedad.
• Descontrol de la ira: Una respuesta emocional desproporcionada ante la frustración o el estrés puede desencadenar episodios de ira difíciles de gestionar, afectando tanto el ámbito personal como profesional.
• Autolesiones: La incapacidad para canalizar emociones intensas puede conducir a comportamientos autolesivos, que requieren una atención psicológica urgente.

IMPACTO EN LA SALUD MENTAL Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN

La dificultad para regular los impulsos no solo influye en el comportamiento, sino que también eleva el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión o problemas de adicción. La Psicoterapia, en especial la terapia cognitivo-conductual, proporciona herramientas prácticas para identificar y modificar patrones de pensamiento y de comportamiento que dificultan el autocontrol.

Reconocer estas conductas y buscar ayuda profesional es fundamental para recuperar el equilibrio emocional. En Itersia, contamos con un equipo especializado que trabaja de manera integral para desarrollar estrategias personalizadas que promuevan una gestión más saludable de las emociones y los impulsos, ayudando a los adultos a transformar respuestas desmedidas en reacciones adaptativas y constructivas.