TERAPIA INFANTIL

Trastornos del área afectiva

El área afectiva hace referencia a la variedad de emociones, sentimientos y estados de ánimo que influyen en el bienestar y el comportamiento de una persona.

Durante la infancia, el desarrollo afectivo es crucial, ya que las primeras experiencias emocionales son esenciales para la salud mental y las relaciones en la vida futura. Los trastornos afectivos tienen un efecto perjudicial en el desarrollo de un niño, así como en su calidad de vida en general.

PRINCIPALES TRASTORNOS AFECTIVOS QUE PUEDE SUFRIR EL NIÑO 

Depresión y duelo

Los niños que atraviesan una depresión severa a menudo experimentan un dolor desgarrador, con una sensación indefinida de tristeza. No querer participar en ninguna actividad y el completo desinterés también acompañan el llanto. Perder cualquier interés en el mundo exterior es un componente importante de la depresión. Los síntomas pueden llegar hasta la incapacidad crónica para involucrarse en cualquier tipo de acción.

Otros síntomas incluyen respuestas negativas hacia situaciones, falta de interés en el autocuidado básico, patrones de alimentación y sueño fluctuantes, debilidad y dificultad para concentrarse. Si esta condición no se aborda, es probable que afecte de forma severa a la capacidad del niño para socializar; a su rendimiento educativo y aumente el riesgo de  conductas autodestructivas.

En lo que respecta al duelo, la tristeza que conlleva la muerte de un ser querido puede llegar a transformarse en depresión y generar diversas complicaciones físicas, mentales y sociales.

Es importante acompañar a los niños de tal forma que les ayude a afrontar la pérdida de un ser querido y evitar así problemas emocionales complejos en el futuro. Un duelo complicado puede causar problemas a nivel físico, mental y social y, sin un cuidado adecuado, llevar a la depresión.

Miedos y ansiedad

Los niños, independientemente de su edad, pueden enfrentar miedos durante diferentes fases de crecimiento. Si estos miedos no se controlan, se vuelven demasiado intensos y comienzan a perturbar su vida cotidiana, lo que puede derivar en trastornos de ansiedad.

El trastorno de ansiedad por separación es bastante común en niños de entre 1 y 6 años y se manifiesta por una angustia severa en ausencia de cuidadores primarios.

La ansiedad se manifiesta como pensamientos exagerados, fobias irracionales, alteraciones físicas y problemas en las relaciones sociales, entre otros. Esto puede interferir en el desempeño académico y social del niño.

Celos

Los celos están compuestos por una amalgama de emociones como miedo, autocrítica, tristeza y rabia y surgen generalmente cuando un niño siente una amenaza en su vínculo con una figura a cargo de su cuidado o cuando hay un nuevo hermano en casa.

Su comportamiento se vuelve muy intenso, son capaces de distorsionar gravemente las interacciones familiares y derivar en problemas de conducta.

El estilo de educación familiar, la atención recibida por el menor y las expectativas con el nacimiento de un nuevo hijo son factores que a la vez determinan la magnitud y forma de manejar los celos.

Eventos traumáticos

Experiencias como violencia doméstica o catástrofes naturales pueden impactar profundamente la salud mental del niño. Estas experiencias pueden dar lugar al TEPT (Trastorno de Estrés Post-Traumático) y afectar negativamente a su desarrollo emocional y social.

Pueden infligir un significativo malestar emocional, alterar el proceso de desarrollo y llevar a respuestas irracionales como miedo constante, ansiedad, rabia y una capacidad reducida para sentir alegría.

Dado que el sistema nervioso de un niño está en desarrollo, una experiencia traumática tiene el potencial de crear una respuesta de estrés exagerada que dificulta enormemente la regulación emocional. Esto puede manifestarse posteriormente como un comportamiento social irritable y regresivo, junto con hipersensibilidad a estímulos cotidianos.

Además, la capacidad del niño para formar un apego seguro también puede verse afectada. Los niños traumatizados a menudo presentan dificultades para confiar en los demás y tienen una capacidad muy limitada para entender y articular sus sentimientos.

EFECTO DE LOS TRASTORNOS AFECTIVOS EN NIÑOS

Los trastornos afectivos se dan con mucha frecuencia en la infancia y sus tasas de tratamiento son reducidas: según un informe llevado a cabo por el Child Mind Institute, aproximadamente 117 millones de niños y adolescentes de todo el mundo han sufrido un trastorno de ansiedad y solo el 1% de los afectados recibe tratamiento en el año en que comienzan sus síntomas.

Según otro informe de la Organización Mundial de la Salud y Unicef cerca de uno de cada siete niños o adolescentes presenta alguna forma de ansiedad, depresión o problemas de conducta.

Un estudio reciente publicado en la revista Pediatría de Atención Primaria destacó que, dentro de los trastornos afectivos, la depresión ha aumentado notablemente en los últimos diez años. Los autores advierten que puede obstaculizar el desarrollo del menor, su familia y su comunidad

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