ANSIEDAD
La ansiedad es una respuesta natural ante situaciones de peligro o incertidumbre. Sin embargo, cuando esta sensación se intensifica o se prolonga en el tiempo, puede transformarse en un trastorno que interfiere en la capacidad de enfrentar desafíos cotidianos. Los síntomas pueden incluir preocupación excesiva, inquietud, dificultad para concentrarse e incluso manifestaciones físicas como palpitaciones o sudoración. El 12,6% de la población general española tiene un trastorno de ansiedad, según un informe del Ministerio de Sanidad que recoge una serie de datos extraídos de la Base de datos clínicos de atención primaria (BDCAP).
DEPRESIÓN
La depresión va más allá de la tristeza momentánea. Se caracteriza por una sensación persistente de desesperanza, pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras y un profundo cansancio. Esta condición puede afectar tanto el pensamiento como el comportamiento, dificultando la realización de actividades diarias y alterando la forma en que una persona se relaciona con su entorno.
DUELO
El duelo es un proceso psicológico al que se enfrenta alguien ante la pérdida. Los síntomas del duelo son: tristeza, falta de concentración, anulación de recuerdos, problemas para aceptar la pérdida o distanciamiento social. Es importante acudir a terapia en caso de que algunos de los síntomas anteriormente mencionados afecten al día a día o seas incapaz de afrontar la pérdida por ti mismo.
ESTRÉS
El estrés es la reacción del organismo ante situaciones que percibe como desafiantes o amenazantes. Aunque un nivel moderado de estrés puede funcionar como un estímulo que impulsa a la acción, el estrés crónico afecta la salud mental y física. La exposición constante a factores estresantes puede desencadenar problemas de ansiedad y, a largo plazo, contribuir al desarrollo de trastornos depresivos.