¿EN QUÉ CONSISTE?

La TFP se basa en la idea de que los trastornos de personalidad, especialmente el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), se originan en experiencias tempranas dolorosas y traumáticas que dificultan el desarrollo de un sentido sólido de sí mismo y de relaciones interpersonales estables y satisfactorias.

El objetivo principal de la TFP es ayudar a los pacientes a:

• Comprender y modificar patrones de relación disfuncionales. La terapia se centra en identificar y analizar cómo los patrones de relación problemáticos del paciente se manifiestan en la transferencia, es decir, en la forma en que se relaciona con el terapeuta.
• Desarrollar un sentido de sí mismo más integrado, ayudando a los pacientes a integrar las partes disociadas de su personalidad, lo que les permite tener una visión más coherente y realista de sí mismos.
• Mejorar la regulación emocional. Al comprender los orígenes de sus emociones intensas y cambiantes, los pacientes pueden aprender a gestionarlas de manera más efectiva.
• Establecer relaciones más saludables, estables, satisfactorias y significativas.